Tras las recientes amenzas recibidas y denunciadas por el periodista y escritor Néstor Elias les transcribimos una nota escrita por el autor de "Los pies en el Barro. Diálogos en el Pueblo Q'om" y "Algunos registros de la LUCHA Q'OM" y difundida por diversos medios digitales y radiales.
Por los canallas de siempre
Por estos días, tras el explícito
apoyo que le diera la Sra. Presidente de la Nación al gobernador de la
provincia de Formosa Gildo Insfrán a través de la pública descalificación que hiciera sobre la
Comunidad Potae Napocna Navogoh y sus justos reclamos (en sus dichos “la
Comunidad Quom de la Primavera”);
algunos canallas, calculo que los de siempre, volvieron a envalentonarse y
comenzaron con nuevas y cobardes amenazas y descalificaciones varias.
Esta carta no está dirigida a
ellos, quienes sin duda alguna no guardan ni la más mínima ética como para
dedicarle algo de mi tiempo pensando que tal vez puedan alguna vez rever semejante accionar violento y
deshumanizado en toda su expresión. La cobardía de actuar en las sombras del
anonimato como lo hicieran muchos en las peores épocas de nuestro país es
repudiable desde todo punto de vista. Mucho más si la acción tiene como destino
acallar voces bajo amenazas sobre la familia de uno y todo aquello que debería estar garantizado desde
el el propio Estado, o sea la seguridad de todos los individuos. Pero vivimos
en una democracia débil, donde no hemos logrado frenar las desapariciones de
personas ni el des-trato para quienes denunciamos todo tipo de presiones por
hablar de temas que se pretenden silenciar, por caso la situación del Pueblo Q’om;
por eso se hace urgente dar a conocer esta situación que siendo hoy personal,
sabemos que está sucediéndole a otros colegas y actores sociales varios.
Es menester contar aquí para
aquellas personas de buen corazón, que mi segundo libro sobre la temática,
“Algunos Registros de la LUCHA Q’OM”, no fue escrito como algún distraído puede
pensar en una habitación relajada y
mirando la televisión en una casa burguesa con todas las necesidades
básicas satisfechas. ¡No señor, bien distinta es la situación de quienes nos
ocupamos de estos temas! Llevo más de 14
años trabajando y denunciando lo mismo que trajo a Félix Díaz y su Comunidad
(como empezaron a llegar otras por suerte) a la Av. 9 de julio para ser
escuchado. Dicho libro fue escrito entre viajes, marchas y asesinatos. Fue terminado y corregido entre terapias
intensivas y pasillos de hospitales, durante días enteros sin dormir y
sosteniendo mi estructura humana en pie aguantando vientos emocionales
cruzados de una envergadura no conocida para mí. Ese libro salió a la luz a
pesar de la partida final de mi
madre y gracias a quienes creyeron que
era valioso poner en conocimiento de muchos más esos documentos necesarios para comprender la causa Q’om. No hubo una editorial que
respalde el proyecto pensando ni en un posible “negocio” ni una “especulación
política antigubernamental” como algunos pretendieron poner bajo sospecha. Es un libro militante y así fue concebido. Se hizo entre platos de arroz con agua y
amigos rondando la casa. Se editó gracias a la generosidad de unos pocos militantes
sociales que pudieron darle luz sin ningún cálculo económico ni de otra índole.
Gente que le puso corazón, como uno. No nos apoyaron organizaciones de ninguna
índole para “pretender debilitar a nadie” como insinuaron algunos
malintencionados sin información, probablemente “militantes” a sueldo y con tiempo suficiente para descalificar a mansalva por las redes
sociales a personas de bien, como ya lo
hicieran con Félix Díaz y con otros. Por
estas razones me acompañaron en la impronta personas de una ética y una moral
impoluta como Osvaldo Bayer y Nora Cortiñas, aportándole al trabajo un valor
extraordinario y a quienes estaré
eternamente agradecido por su respaldo permanente para con mi persona y mi
acción en el mundo.
Por lo canallas de siempre fue
escrita este breve carta, con la necesidad de esclarecer aspectos
detestables de un accionar coercitivo
que pretende acallar la verdad y poner bajo la alfombra a miles de personas que
son víctimas de un sistema inhumano y un poder político hipócrita que borra con
el brazo lo que escribe con la mano. En
la Argentina de hoy hemos avanzado mucho en la ampliación de derechos y el
cumplimiento de los Derechos Humanos, pero debemos reconocer que aún no son
Universales o al menos algunos “universos” no están contemplados, por caso
NUESTROS PUEBLOS PRE-EXISTENTES u ORIGINARIOS. Allí se violan sistemáticamente
todos sus Derechos Humanos en la Argentina de
hoy. En la vida hay que elegir…yo
elijo seguir viviendo con verdad, aunque me sigan amenazando. Seguiremos
llevando el libro allá donde nos inviten para seguir hablando de lo que hay que
hablar.
Néstor Elias
Escritor/Periodista/Militante de DDHH.
GRACIAS POR LA LUCHA!!!
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